20 oct 2008

Pido un minuto...


ARTÍCULO DEL MÓDULO TTC

“… faltan el tiempo y el espacio para esa reflexión (independiente)… pensar no es al mismo tiempo hacer; también es comunicar. En la cultura tecnológica, la reflexividad se convierte en práctica: se convierte en comunicación”. (Lash, 2005, II, 5)

En una de las introducciones del módulo “Tecnologías para el trabajo colaborativo” se nos propone detenernos a conversar como hacían los griegos; caminando alrededor de un árbol que representaba el problema, haciéndose preguntas.

En nuestra “forma de vida” actual (1) nos veo más bien corriendo alrededor del árbol sin saber muy bien hacia dónde, pero corriendo, y es esa inmediatez la que me inquieta.

Deberíamos discernir la fenomenología empirista en donde no hay distancia entre la teoría y la práctica y que el hacer es al mismo tiempo conocer, que la carencia de reflexividad en el contenido (2). En el 1° caso se aspira a que las tecnologías sean una especie de prolongación del ser humano y que su manejo llegue al punto de que no se reflexione sobre los mecanismos que se emplean para su uso. Logrando ese “pensamiento en acción”. Aunque este proceso de “apropiación” de la tecnología se torna complicado por la renovación casi “cotidiana” de la misma.
Pero en cuanto al mensaje a transmitir ¿podemos desear esa misma falta de reflexión?
(3)
Si el que emite el contenido no medita mínimamente sobre su significado y consideramos que del lado del receptor tampoco hay tiempo para esa reflexión, estamos refiriéndonos, entonces, a un mensaje huérfano cuyo único fin es transportarse en ese flujo masivo de información digitalizada. Esta aparentemente indiferencia de flujos empieza a solidificarse en “nuevos (des)territorios que no son nuevas estructuras, instituciones, organizaciones y sistemas orgánicos. Son entidades como las plataformas, las marcas, los no-lugares, el espacio chatarra y los sistemas cibernéticos abiertos”(Koolhaas, 2001)
(4).

La Red se transforma en un nuevo espacio público, sociocultural (5).

Ante una sociedad de pensamientos, ideas y relaciones superficiales además de la educación en el uso de las tecnologías como una práctica (actitud) cotidiana e inherente en nosotros mismos (6), debería fomentarse el análisis, el criterio. Y si bien cada persona, influenciada e influenciando a su entorno, crea, la mayoría de las veces en forma inconsciente, su propia realidad cuando la realidad gira en pertenecer a una tribu urbana y organizar una golpiza a los que considero diferentes, en maltratar un animal o pegarle a un inmigrante y subirlo a internet para obtener “popularidad”, utilizar la Red con fines estrictamente comerciales, propagar contenidos falsos o maliciosos, o sea, cuando este nuevo espacio público se utiliza para (des)construir en lugar de “proponer usos significativos y creativos a esta forma de interactuar” (7), ahí sí considero a la reflexión un “requisito” fundamental para participar en este espacio sociocultural, exigiéndonos y exigiendo una postura responsable.

“… si hubiera hombres que vivieran de verdad la idea de que ellos son los constructores de su propia realidad, se caracterizarían por tres propiedades especiales. Primero, serían libres, pues el que se sabe constructor de su propia realidad, también puede crearla con otra forma en todo instante. Segundo, ese hombre sería responsable en el más profundo sentido ético, pues, (…) no cuenta ya con la opción de evadirse a la cómoda excusa de la coacción ejercida por las cosas ni con la de echar la culpa a otros. Tercero, un hombre de esas características sería conciliador en el sentido más profundo del término.”. (Watzlawick1 1995)

REFERENCIAS:

(1) Lash, Scott define “formas de vida” como un “modo de vida”, una manera de hacer cosas. Las formas de vida incluyen por una parte las naturales o biológicas y, por otra, las sociales o culturales. (Crítica de la Información. Cap.2, Pág. 1).
(2) Los nuevos medios están compuestos por tres elementos principales: el contenido, el código y las comunicaciones. El contenido es el material enviado por los conductos: las imágenes, los sonidos, el texto, los videos, los anuncios, el discurso, el diseño, las integraciones de aplicaciones. (Lash, Scott. Crítica de la Información. Cap. 14, Pág. 13.)
(3) Si consideramos hoy la comunicación desde el orden de la información, estamos ante un mensaje breve con ausencia de continuidad narrativa, intenso y cuyo “lazo comunicacional” se da a distancia.(Lash, Scott. Crítica de la Información. Cap. 14, Pág. 16.)
(4) Lash, Scott. Crítica de la Información. Cap. 14, Pág. 17.
(5) Según Sorokin el espacio sociocultural: “está constituido además de los “agentes humanos”, por los grupos en que éstos se reúnen y los “vehículos” de que se sirven para comunicarse, trabajar, interactuar (es decir todos los artefactos que revisten un significado compartido por varias personas), también por todos los principales sistemas de significado: el lenguaje, la ciencia, la filosofía, la religión, las artes, ética, el derecho, la técnica.” (Diccionario de Sociología. Luciano Gallino. Siglo veintiuno editores, 2005).

(6) y (7) Desarrollo del Módulo TTC, FLACSO (Argentina), 2008.

FUENTES:

- LASH, Scott. Crítica de la información. Capítulos 2 y 14. Buenos Aires, Amorrortu, 2005.

- WATZLAWICK, Paul. El sinsentido del sentido. Barcelona, Herder, 1995.

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